Trastornos alimenticios afectan a adolescentes del Edomex

En el Estado de México se han reportado cerca de 905 personas con algún trastorno de la alimentación como bulimia, anorexia, de los cuales, cerca de 25 por ciento son adolescentes.

De acuerdo a la Secretaría de Salud federal, se estima que 25 por ciento de adolescentes padece, en diferentes grados, un trastorno de la alimentación; la mayoría de los casos, asociados con algún problema mental.

La mayoría de las personas con estos trastornos busca apoyo médico hasta diez años después de presentar los primeros cambios en su alimentación, y es poco frecuente que soliciten atención de su salud mental por este tipo de problemas.

En su lugar, acuden a servicios especializados cuando tienen un intento suicida o conductas autolesivas graves. 

Adolescentes del Edomex con trastornos alimenticios sufren graves daños

Esto ocasiona que las personas lleguen a los servicios médicos con graves daños, tanto en su salud física como mental. Además del trastorno de alimentación presentan por lo menos tres padecimientos más: depresión, ansiedad generalizada o social y estrés postraumático, y hasta 25 por ciento de pacientes consume sustancias psicoactivas. 

Los trastornos de alimentación más comunes son bulimia, anorexia y atracones; por cada hombre puede haber hasta diez mujeres que padecen alguno de esos problemas. A nivel nacional e internacional, menos del 10 por ciento de adolescentes afectados está en tratamiento.

Se trata de una problemática con un origen multifactorial e incluye factores genéticos, medioambientales, como la crianza; o la relación con la familia y enfermedades psiquiátricas.  

Trastornos alimenticios

Las personas con riesgo o que padecen trastornos alimentarios muestran preocupación excesiva por la delgadez, evitan el consumo de alimentos ricos en grasas y azúcares, practican ayunos prolongados, usan laxantes, cubren en exceso su cuerpo o comparan su complexión corporal con otras personas. 

Por lo anterior, se recomendó a madres y padres de familia, así como a personas cuidadoras, observar a sus hijas e hijos para prevenir y detectar los síntomas, mantener amplia comunicación y escucharlos sobre cómo se sienten en relación con su cuerpo.

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DMM