Una losa muy pesada

La efeméride en el calendario cala hondo. Cada 8 de marzo es un acicate para todos en general, para el género masculino en particular y para quienes están al frente de alguna responsabilidad gubernamental, un recordatorio de que falta mucho, muchísimo por hacer en materia de políticas públicas en favor de las mujeres. Porque ya no valen los discursos desde el poder, encabezado por hombres o mujeres, de que las cosas van a mejorar, de que se está haciendo lo necesario para darles a ellas políticas públicas que sirvan para mejorar su calidad de vida. Mientras la realidad del día a día no cambie, no hay discurso que valga. Más valdría guardar silencio frente a las mujeres.

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Hay muchas áreas o rubros en los que no se ha reflejado en lo más mínimo algún signo de igualdad. A nivel mundial abundan los ejemplos de que las mujeres son tratadas peor que un objeto. Ahí están las niñas de Irán que han sido envenenadas en las escuelas públicas durante las últimas semanas. Poco menos de un centenar de jovencitas han sido hospitalizadas en diferentes ciudades de esa nación tras respirar gases que hasta la fecha no se ha explicado de dónde provienen. El presidente de esa nación Ebrahim Raisí ha atribuido los ataques, sin pruebas, a “enemigos” foráneos que conspiran contra su gobierno para provocar el caos.

El envenenamiento de niñas en Irán se da semanas después de que las autoridades ordenaran a las mujeres a usar de manera obligatoria el velo sobre sus rostros. Esa decisión llevó a cientos o miles de ellas a retar a la autoridad quitándoselo en público y cortándose el cabello en señal de protesta.

Pero eso es del otro lado del mundo. No tenemos que ir muy lejos para reconocer que en México el trato que reciben las mexicanas es igual de discriminatorio y poco igualitario. La violencia en prácticamente todas sus expresiones es el pan nuestro de cada día para cientos o miles de ellas. Baste ver las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad para tener un golpe de realidad y avergonzarnos como sociedad. Desde hace ocho años hay un promedio anual de 800 feminicidios a nivel nacional. Y la terrible realidad nos indica que este año no será diferente. En el primer mes del año se registraron oficialmente 68 feminicidios, y de mantenerse esa tendencia se llegará a los 800 anuales. Oaxaca, el Estado de México, Veracruz, la Ciudad de México y Jalisco empiezan a despuntar en esta terrible estadística.

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El 8 de marzo no nos permite cerrar los ojos. La efeméride es una terrible losa que pesa sobre toda la nación. Es un tema con muchas aristas, pero hay una que nos atañe a todos, la educación que se da desde casa a niños y niñas, reforzado en las escuelas públicas o privadas. Inculcar respeto por el género opuesto, particularmente de hombres a mujeres desde los primeros años, sin distingos entre uno y otro, puede marcar la diferencia.

REBURUJOS

La llegada de Tesla al país es una gran noticia para la economía nacional. Habrá que esperar que la enorme inversión que llegará en principio a Nuevo León se filtre en beneficios al resto del país.