Valentía contra imparable
Sin titubeos
La suerte está echada, no hay más que dos sopas de donde comer en este momento, aunque podrían ser tres dentro de unos dos meses. Por ahora sólo están Alejandra del Moral Vela, que se autodefine como una mujer valiente y ha hecho que en torno a esta condición gire toda su actividad. Del otro lado, Delfina Gómez Álvarez, que se presenta a sí misma como cabeza de un movimiento que, asegura, está imparable.
¿De verdad se requiere valentía para enfrentar este reto electoral? Si bien es cierto que las condiciones son inéditas y que nunca como ahora todas las actividades, no sólo de las precandidatas, sino de los dirigentes partidistas y de sus militantes, son vigiladas y supervisadas por ejércitos de personas del bando contrario, no hay indicios o atisbos de violencia que necesiten de esa condición.
Sin embargo, si nos atenemos a una definición clásica, la valentía es una de las fortalezas de la persona que es importante entrenar diariamente, porque sin ella es probable que no alcancemos el bienestar, la serenidad, la satisfacción y el crecimiento personal, porque la valentía está implícita en todas las áreas de nuestra vida. Somos valientes cuando tomamos decisiones.
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Alejandra del Moral Vela se ha revelado como una mujer valiente desde que se inició en la política. Ha tomado y asumido decisiones que la han llevado por un camino sin límites, donde lo mismo ha sido presidenta municipal que diputada federal, diputada local, titular en dos secretarias de distintos gabinetes estatales, directora de una institución bancaria y presidenta en dos ocasiones de su partido, el Revolucionario Institucional.
Entonces sí se requiere ser valiente para enfrentar este reto electoral que parece mayúsculo para los opositores a Morena, porque desde hace un año todas las encuestas marcan como favorito al partido y también a su precandidata, Delfina Gómez Álvarez.
De ahí que a la maestra de Texcoco le haya encontrado gusto a la expresión “imparable” para definir al movimiento político y social que la acompaña en sus aspiraciones de convertirse en la próxima gobernadora del Estado de México. No se cansa de repetir que su movimiento está más firme y caliente que nunca, porque representa a la gente que quiere recuperar dignidad y justicia.
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La definición clásica de la palabra “imparable” nos dice que es algo “imposible o muy difícil de detener, parar o hacer que cese en su avance, movimiento o acción” y así ha sido la carrera y trayectoria de Delfina Gómez. Desde 2012 cuando se inició en la política al lado de Higinio Martínez y Horacio Duarte y de su mano ha sido presidenta municipal, diputada federal, candidata al gobierno del estado, senadora, delegada de los programas federales, titular de la Secretaría de Educación y ahora nuevamente precandidata al gobierno. Su carrera, hasta ahora, no conoce descanso, ha sido ciertamente imparable.
Los mexiquenses tendrán la palabra el próximo 4 de junio para elegir a una mujer valiente o de expresar su preferencia por una mujer imparable. Verbos que definen acción, movimiento y decisión, por sobre todas las cosas.
DMM
