A menudo, la vida lanza desafíos inesperados que provocan perder el equilibrio, y pocos lo entienden tan bien como la protagonista de Control (Lince), la primera novela de la escritora brasileña Natalia Borges Polesso.
Una exploración íntima y conmovedora de María Fernanda, quien, tras una caída en bicicleta, descubre que es epiléptica. A partir de ese momento, su vida se ve marcada por caídas literales y metafóricas: las crisis de su enfermedad, la sobreprotección de sus padres, la soledad, y el complejo descubrimiento del amor y su propia sexualidad, especialmente sus sentimientos por su mejor amiga: Joana.
Control es un relato sobre la fragilidad y la resiliencia humanas; sin embargo, en la pluma de Borges Polesso no hay victimismo.
Con fluidez y agilidad, la autora nos sumerge en la mente y corazón de María Fernanda, llevando al lector a un viaje introspectivo, donde la valentía y el deseo de vivir de su protagonista resuena en cada página.
Natalia Borges Polesso es una de las voces jóvenes literarias de Latinoamérica y forma parte de la lista Bogotá 39; es, además, docente y doctora en Teoría Literaria. En una charla con este medio, la autora brasileña cuenta que Control surge de una invitación para participar en una colección de novelas y música.
“Lo primero que pensé fue en un esbozo del personaje: María Fernanda era una versión inversa Joy Division), una persona que quiere vivir, pero no sabe muy bien cómo,” narra.
La epilepsia es una enfermedad neuronal que afecta a millones de personas en el mundo, y abordar esta condición en la novela fue una decisión consciente en Natalia, quien vivió con una afección cardíaca hasta los 27 años.
“Viví con una ansiedad relacionada con el estado de vigilia, pero nada de esto me impidió jugar al fútbol, correr, bailar y vivir una infancia y una adolescencia felices y complejas; pero me dejó con la certeza de estar un poco desfasada”.
Fragilidad y diversidad
La novela no solo explora la enfermedad, sino también la complejidad de las relaciones humanas. En un momento de catarsis con su madre, María Fernanda logra reconciliarse consigo misma.
“Las madres en mi ficción no son del todo estándar; y esta escena nos permite entender la historia desde una perspectiva doble: el sufrimiento de la hija y la angustia de la madre”, explica la autora.
Natalia ha tomado la decisión de incluir personajes LGBT+ en sus historias, aunque no como un tema central. Para ella, la diversidad sexual es una intersección primordial de la experiencia humana, no un nicho.
“El mundo se presenta de forma diferente a cada una de estas existencias,” afirma.
Lamentablemente, aún se percibe una “forma extraña de tratar a estos personajes por parte de la crítica que, a menudo, reduce la obra a un nicho o el género a una categoría, lo que les resta profundidad y humanidad”, advierte.
La música como salvación
Un elemento fundamental que acompaña la narrativa de Natalia Borges es la música. En Control, New Order, la banda inglesa, ocupa un papel preponderante en el ritmo de la historia y su protagonista. Para Natalia, la música es una herramienta de salvación: “nos da anima, alma. Nos da vida.”
El deseo de vivir de María Fernanda, incluso en sus momentos más oscuros, se alinea con la propia filosofía de la autora.
“Me gusta la vida y sus misterios; y la literatura, como la vida, es un viaje de descubrimientos”, arremete la autora, quien arroja la inevitable invitación:
“Sigamos leyendo. La literatura se ha vuelto cada vez más audaz en forma y contenido, cada vez más plural”, afirma. Y la primera novela de Natalia es una parada obligada.
TE SUGERIMOS:
- Recomendaciones Literarias sobre referentes del cine nacional
- Control: un viaje íntimo y valiente a la normalidad
- Es el pueblo de Xaltocan un emblema cultural de Nextlalpan
- Club América empató 2-2 contra CF Monterrey sobre el final del partido
- Sube a 25 los fallecidos por explosión de pipa en Iztapalapa [Actualización]
¡La Jornada Estado de México ya está en WhatsApp! Sigue nuestro CANAL y entérate de la información más importante del día.
TAR