La vida por la naturaleza
Diálogo en silencio
Las fuerzas que combaten incendios forestales en el Estado de México están de luto por el fallecimiento de dos de sus integrantes que participan para extinguir un siniestro en los bosques del municipio sureño de Zacazonapan. Sin duda merecen un reconocimiento público por su entrega a esta causa noble que tiene que ver con la preservación del ecosistema.
Este esfuerzo que en esta época del año requiere de mayor atención. De acuerdo con las autoridades federales en lo que va del 2022 a nivel nacional se han registrado tres mil 390 incendios forestales que han afectado a 122 mil 512 hectáreas, de las cuales el 94.82 corresponden a vegetación herbácea y arbustiva; y sólo un 5.18% a arbórea.
Por entidades, el Estado de México ocupa la primera posición en cuanto a número de incendios forestales, no así en el número de hectáreas siniestradas. Le siguen la Ciudad de México, Michoacán, Puebla, Chihuahua y Veracruz.
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La entidad mexiquense registra de enero a abril 789 incendios forestales que han afectado dos mil 482 hectáreas herbáceas; 88.5 hectáreas de arbolado adulto; 598.15 de renuevo y dos mil 579 hectáreas de arbusto, para dar un total de cinco mil 748 hectáreas dañadas.
Y aunque no lo dimensionemos, estos siniestros están vinculados a temas de cambio climático.
Un estudio elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y GRID-Arendal, que es una organización ambiental de Noruega, advierte que el calentamiento global, las sequías y cambios de uso de la tierra generarán incendios en regiones nunca antes afectadas por esos siniestros.
Lo que es alarmante es el pronóstico que vaticinan: los incendios forestales aumentarán un 30 por ciento para el año 2050 y un 50 por ciento para fin de siglo, todo eso atribuible a la crisis climática.
Ante la evidente amenaza de que ningún rincón del planeta estará a salvo, proponen algunas estrategias para mitigar el problema, principalmente en temas de prevención, así como la preparación y asignación adecuada de los presupuestos; trabajar con las comunidades locales y fortalecer el compromiso global para combatir el cambio climático.
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Así esta crisis global con impacto local, que se atiende en la medida de los recursos humanos y materiales con los que se dispone para evitar daños a los ecosistemas.
En el Estado de México que cuenta con una superficie forestal de un millón 65 mil 367 hectáreas, la región de preocupación sin duda es la que se ubica hacia el sur en la colindancia con los estados de Michoacán y Guerrero.
También debe de reconocerse la vocación en defensa y cuidado de los bosques que caracteriza a la entidad mexiquense. Prueba de ello es un programa de estímulos para el manejo forestal sustentable, que inició operaciones en el año 2020.
El tema no debe pasar inadvertido y debemos hacer conciencia de la importancia en el cuidado y preservación de nuestros recursos naturales.
