No olvidar el tema del agua
Diálogo en silencio
En medio de la ebullición que genera el ambiente político en nuestra entidad, hay temas que no deben de dejar de ser expuestos, comentados o analizados y uno de ellos es el abasto de agua potable.
Estamos entrando a un periodo de estiaje y sin duda entraremos en un momento de alerta por los niveles de almacenamiento de las presas que abastecen al Sistema Cutzamala, columna vertebral para la dotación del vital líquido a una de las zonas metropolitanas más grandes del mundo, la del Valle de México.
De acuerdo con el Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México, en enero el porcentaje de almacenamiento de las presas Villa Victoria, Valle de Bravo y el Bosque, que forman parte del Sistema Cutzamala, fue del 54.03 por ciento; mientras que en lo que va de febrero el porcentaje es menor, es de 51.24 por ciento.
Este tema forma parte del vasto análisis que se realiza en un documento de valía por el diagnóastico y pautas que propone para los grandes temas de la entidad mexiquense: El Plan de Largo Plazo EDOMEX; Horizonte 2050.
Y en la agenda del futuro se menciona el relacionado con los cuerpos de agua.
Ese plan señala que el abasto de agua para los centros urbanos y ciudades es básico para la salud de las personas, de ahí que en el 2030 las políticas públicas estarán orientadas para tener una infraestructura suficiente para su distribucion, pero a partir de procesos como la cosecha de agua de lluvia, las plantas de tratamiento de agua con una visión de circularidad, la reparación de fugas y dispositivos para uso eficiente del agua en los domicilios.
Mientras que alerta que en 2050 el desafio consistirá en innovar métodos de abasto, por lo que las bases que en estos momentos se trabajen, advierte, permitirán que todos los habitantes del Estado de México sigan teniendo el derecho al acceso, disposición y sanemaiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible.
Ahí se detalla que el Edoméx cuenta con 25 cuencas, cuya situación actual es preocupante por el estrés hídrico debido a la sobreexplotación, variación de los niveles de precipitación, escurrimientos, urbanización acelerada de las zonas metropolitanas de los valles de Toluca y México que imposibilitan la recarga de los manos acuíferos, lo que ocasiona que 12 de ellas presenten déficit.
TE SUGERIMOS: A propósito de las precampañas
Y cuando hablamos de crisis de agua, no se puede desvincular con el cambio climático. En 2020 en el Estado de México las lluvias estuvieron por debajo de la media presentando afectaciones como encharcamientos e inundaciones en 25 municipios como consecuencia de la infraestructura hidráulica ineficiente y en 2021 las afectaciones fueron en 45 municipios como consecuencia de las lluvias intensas extraordinarias, lluvias fuertes y granizadas ocasionando desbordamientos, daños en la infraestructura vial y habitacional siendo una combinación entre la deteriorada infraestructura hidráulica, falta de mantenimiento, desbordamiento de causes y bajadas de aguas broncas.
El tema es que el agua se concentra en zonas urbanas, densamente pobladas y no inciden en la recarga de las presas.
La Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) reportó que 2020 se caracterizó por la falta de lluvias imposibilitando la recarga de cuerpos de agua como la presa Valle de Bravo, y Villa Victoria.
De ahí la importancia de generar desde todos los frentes concientización sobre el uso eficiente del agua.
